Después, nos pintamos las caras de gatitos para esperar a los Pajes Reales, entregarles nuestra cartas y cantarles un villancico... ¡Les gustó tanto que nos dieron un regalito!
Y por fín... ¡Llegaron!
¡Menuda alegría nos llevamos! Pero el día aún no había terminado, nos fuimos al gimnasio y allí pudimos disfrutar de una actuación de teatro, magia, malabares... ¡Y bailes! ¡Lo que más nos gusta!
Y para acabar el día, una sorpresa inesperada... ¿Quién vive en una piña debajo del mar? ¡BOB ESPONJA!
Y para que todos los días sean Navidad...
Estos gatitos galácticos son maravillosos :)
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